Casi todo
se va abriendo
verde-musgo,
palpitares sonoros
de campanas primaverales.
fresco-húmedo,
mañana de domingo,
lluviosa la ciudad.
(La humedad es densa
y el frío amaina su acontecer)
En cada gotita sobreviviente me sostengo,
pendulo con el viento en las yemas de los árboles,
colgada de las posibilidades...
Y es un vértigo importante
la paz de permanecer
en lo que da amor y coraje.
Porque sólo sé que caeré,
en algún momento, como una gota
de una ramita. Y aún tengo que
repetirme en las vivencias,
para creerme que mi agua en los suelos
nutre y da siembra...
Y no importa el caer,
el soltar,
cuando la ilusión se desarma
en la abundancia
que es la vida.
Sofía
19/10/18
(estrogénica)
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